Uno
de los sitios que no podemos dejar de visitar en el estado de México
es Malinalco, un pueblo mágico ancestral, con calles empedradas, y
casas coloniales de adobe con abundantes flores de colores en sus
frentes.
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Entrada al pueblo. |
Malinalco se encuentra al sur del Estado de México a 70
km. de la ciudad de Toluca y a tan sólo dos horas y media de
recorrido en auto desde la monstruosa ciudad que es el Distrito
Federal. Al llegar allí, lo que más me llamo la atención fue la
paz y la tranquilidad que abunda en el ambiente, por lo que puedo
decir que es un destino de fin de semana, ideal para relajarse y
reflexionar.
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Tianguis de artesanías |
Mi
estancia fue de tan sólo tres días, viajé con varios compañeros
de intercambio: 3 francesas, 2 alemanas, 1 española y 2 brasileras,
y por último 4 amigos mexicanos, los cuales ya conocían el lugar y
nos hicieron de guía turístico. Llegamos el viernes a la tarde,
alquilamos una cabaña, dejamos las mochilas y salimos a recorrer el
pueblo. Lo primero que vez es una plaza con su característica
Iglesia, y a unos pocos pasos el mercado, o como lo llaman los
mexicanos “El tianguis”. Allí encontras artesanías de todo
tipo, cuero, frutas y verduras y puestitos ambulantes de comida.
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Mercado de frutas |
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Capilla de Santa Marta. |
Si comenzas a caminar y bajar calles empedradas, llegas a la zona donde
se encuentra el criadero de truchas, la comida típica del lugar.
Allí encontras unos piletones llenos de las más variadas truchas,
elegís la que queres, la pescas y te la cocinan a tu gusto. La
receta más recomendable:
la
"trucha estilo Malinalco" rellena de jitomate, epazote,
cebolla, ajo, mantequilla y chile, la que se prepara ahumada o
envuelta en papel aluminio. De postre podes degustar las nieves
helados artesanales del lugar hechos de los más variados gustos
como coco, guanábana, mamey, piña, tamarindo, tequila, y zapote.
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El Cuauhcalli o Casa de las Águilas. |
Al
otro día nos levantamos bien temprano, ya que el destino era conocer
la zona arqueológica. La misma está ubicada en el cerro de los
ídolos, a unos pocos minutos caminando desde el centro, solo podes
acceder subiendo 400 escalones de piedra en forma de caracol. El
trayecto a la cima es increíble ya que podes estar en contacto
directo con la naturaleza.
El
Cuauhcalli o Casa de las Águilas es el edificio principal, es famoso
en el mundo por su carácter monolítico tallado en piedra viva. Al
lugar acudían los guerreros águila para realizar ritos de
iniciación, por lo que en el interior del templo se aprecian las
impresionantes esculturas de dos águilas y un jaguar extendido,
todas hermosamente talladas. Tras una de las águilas hay un
cuauhxicalli o vaso sagrado donde se colocaban los corazones de los
sacrificados, que se convertían, según los ritos prehispánicos, en
los mensajeros del Sol.
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Vista panorámica de la ciudad desde las Ruinas |
Este
sitio arqueológico no deja de sorprenderte, ya que se respira un
aire mítico, donde parece que el tiempo transcurre de manera lenta
y silenciosa. Realmente, es una obligación sentarte en la pirámide
del templo y apreciar por un largo rato la imponente vista panorámica
del pueblo y antes de bajar, deleitarte con los rituales que realizan
los últimos descendientes de la cultura prehispánica azteca.
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Vista desde la pirámide del templo. |
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